En Granada, crecí rodeada de campo, árboles frutales, muuucha familia y una felicidad inmensa. Un día una señora me vio bailar y le dijo a mi madre que me llevara a un conservatorio de danza, y allí, entre puntas, medias y maillots pasé toda la infancia y adolescencia. Tuve claro que en mi vida quería expresarme artísticamente así que a los 18, me fui a la capital a estudiar Arte Dramático.
Al terminar mi formación y con toda la turbulencia que supone el vacío, mi carrera profesional ha ido desarrollándose de muchas formas; Como actriz, trabajando tanto en teatro como en el ámbito audiovisual. Siempre buscando nuevas oportunidades.
Y como arteterapeuta, cursé un máster de arteterapia, profesionalizando así una inquietud que siempre he tenido; ofrecer recursos artísticos para ayudar a que las personas encuentren en el arte algún tipo de sanación.
Desarrollo estas pasiones día tras día, siempre sabiendo que estoy donde quiero estar y esa certeza, creo que es una suerte.
Diría que artísticamente soy una mezcla de ternura, fortaleza, dureza, y sobretodo mucha constancia, soy de las que creo que el arte se trabaja y se construye a diario 🙂